
¿Cuánto te cuesta realmente tu flota?
¿A veces, el mayor gasto no es el más evidente. Muchos gerentes creen que su principal costo es el combustible o el mantenimiento, pero la realidad es que la falta de control genera pérdidas silenciosas que pueden ser incluso mayores.
Ejemplos de costos ocultos en la gestión de flotas:
- Consumo de combustible ineficiente: vehículos en ralentí por largos periodos, rutas no optimizadas o incluso uso fuera de horario. Todo suma.
- Mantenimiento reactivo en vez de preventivo: cada vez que un vehículo queda fuera de servicio por una falla inesperada, pierdes más que el costo de la reparación.
- Multas y penalizaciones por incumplimiento de contratos: No cumplir con tiempos de entrega o servicio impacta directamente en la rentabilidad y en la relación con los clientes.
- Uso indebido de vehículos: Sin un control adecuado, tu flota puede estar funcionando fuera de los parámetros establecidos, generando gastos innecesarios.
Lo peor de todo es que, sin información concreta, estos costos pasan desapercibidos y erosionan lentamente la rentabilidad.
¿Cómo evitarlo?
Con un control estratégico basado en análisis de datos, puedes identificar y reducir estos gastos antes de que afecten tus márgenes.